
Desde hace por lo menos dos siglos, una bella y curiosa forma tradicional de teatro de títeres se desarrolla en varios países de Europa. Se trata de un teatro épico de marionetas que lleva a escena obras de caballería. Por su posible origen en Sicilia se les llama pupis. . Los originales llegan a medir hasta un metro y son de madera con un peso de hasta 11 kilos . Las armaduras son hechas ex profeso para cada personaje.
La base literaria de estas piezas de caballería donde los cristianos combaten sin descanso a los infieles moros es el Orlando furioso, la gran obra en verso del poeta italiano Ludovico Ariosto, nacido en Ferrara en 1474 y muerto en 1533. La representación de todos los ciclos en que se divide la obra llevaría unos seis meses, por eso los titiriteros escenifican solo una parte de cada ciclo por noche.
Según Bil Baird, las primeras referencias a la representación de Orlando Furioso con títeres se remontan al siglo XVI pero Mané Bernardo, titiritera e investigadora argentina, sitúa el origen de esta peculiar técnica en Italia a finales del siglo XVIII y desde ahí se extendió a otras ciudades de Europa como Amiens, Francia donde el héroe se llama Lafleur y a Lieja, en Bélgica donde toma el nombre de Chancet. En cada caso el texto se expresa en el idioma o dialecto local.